lunes, 31 de octubre de 2011

Grítalo




 Por: José Silva


No se ver lo oscuro de la realidad,
si todos los días la pintan de fantasías.
Soy pregunta, pero me ignoran.
Quise ser respuesta, también me callaron.
Y todo por qué.
Porque se quiere siempre callar al que ignora,
pero ignoran al que pregunta.
Preguntan al que responde,
pero responden al que muestra.
Muestran al que aprende,
pero aprenden al que sabe.
Saben al que investigan,
pero investigan al que descubre.
Descubren al que halla,
pero hallan al que busca.
Buscan al que huye,
pero huyen del que encuentra.
Encuentran al que oculta,
pero ocultan al que denuncia.
Denuncian al que protesta,
pero protestan al que extermina.
Exterminan al que reclama,
pero reclaman al que odia.
Odian al que ama,
porque no aman lo que en verdad hace,
ni hacen lo que en realidad quieren,
ni quieren lo que sólo Dios da:
amor.

domingo, 30 de octubre de 2011

Ver




Por: José Silva


No hay un solo hombre
que no se revuelque
en su propia mentira,
que rasgue sus vestiduras,
queriendo mostrar su integridad.

El hombre es la mentira,
la misma que atenta contra la verdad.

Es el reto de no poder llegar a ver.

¿Qué tan débil puede ser el otro,
cuando siquiera piensa si es la inteligencia,
la que lo lleva a vencerla?

viernes, 28 de octubre de 2011

Volar




Por: José Silva


   Hoy es uno de esos días donde dejo que los semáforos se enciendan y se apaguen en verde...
   …que la vía de tránsito sea de una sola mano y todo el mundo camine pausado sin el costo del trajinar diario…
   …que las sobras de uno no sea la comida de otros; que el dolor agudo de los enfermos fueran las risas que alegren los pasillos de los hospitales…
   …que estas palabras escritas en este cuaderno de hojas cuadriculadas sirvan de mucho cuando estén terminadas…
   …que el talento no supere al personaje sino que lo satisfaga, aunque estas sean las últimas palabras que escriba.
   Es muy posible que no alcance a terminar lo que empecé hace exactamente días. Bueno, lo mismo me dije entonces y, sin embargo, ya son varias páginas las que llevo. Espero que Su Pasión Divina no me lo interrumpa.
   La reunión está pautada, sólo falta que se concrete. Pero a la Parca no le gusta nada la belleza.
   Y hoy es un día donde la serenidad se confunde con lo bello y el placer condice con la sensación. Y como la sensibilidad no sabe fingir y su sinceridad es más que obvia, oigo decirme: “No contestes a su invitación. Vuelve hoy a ignorarla.”
   Aunque en verdad uno nunca sabe cuándo, dónde, cómo. Lo importante es estarse libre de pecados y castigo para cuando ella llegue. No vaya a ser cosa que el ángel no tenga la fuerza suficiente y no pueda transportarme, debido al peso de la carga que conmigo llevo. Por si acaso, sopesaré mi conciencia.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Soñar




Por: José Silva


   Por más que la suerte te azote o te acaricie, hazte un lugarcito para imaginar que siempre habrá un camino hacia dónde ir. Pero para ello, debes cerrar los ojos y soñar. Y mientras sueñes, imagínate:
   VER la mano de DIOS posándose sobre la humanidad: cuantas rodillas serán las que se doblen; cuántas espinas serán las que las lastimen; cuantos gritos serán los que imploren, mientras tú, en ellos, esperas el Juicio Final.
   CREAR fantasías: Un manojo de emoción condimentado con la chispa de tú imaginación.
   VER más distante de lo que los ojos observen. Es haber logrado alcanzar lo que la distancia os nos tiene.
   VIVIR pendiente de los sueños, es como enmascarar a la realidad con los miedos, sin llegar a ser dueño.
   VER que al descubrir tu camino, también pude descubrir el mío.
   AMAR enfrentando la marea, se dice que no a todo pez se lo obtiene con una red cualquiera.
   OLVIDAR apelando a la soledad: Son rencores que no se van y que siempre atormentarán.
   OIR en tu puerta a la pobreza golpear, pues ¡ábrele! Que la vergüenza ella no es.
   SER el sembrador de espinas, donde la perversidad martiriza a la vida. No habrá fruto sino tortura. De quien lo ejerce y lo determina.
   LLORAR más teniéndolo todo: ¿Qué dirá de ti aquél que con un pañuelo está penando solo?
   ANDAR buscando el secreto de la Bendita Palabra: No la busques en los ojos. Mírale el alma.
   NACER pureza: Sublime poema de la inocencia.
   ESCUCHAR por un hijo, llorar a una madre, es como sentir a la vida, vaciando la tarde.
   OBSERVAR la queja del rico por los intereses, mientras el pobre claudica sin tener creces.
   Imagínate.
   Imagínate todo lo que no hayas imaginado.
   Tal vez, así, imaginando encuentres todo lo inmolado.
   Pero cuando imagines, hazlo imaginativamente hablando. No seas un número imaginario. Sé la potencia o la facultad de haber sabido usar el Sentido Común.
   ¡Felicidades!
   Y el sol brilló más fuerte que nunca, iluminando el camino por donde me eché a andar, con mis forjas cargadas de ilusiones, pensado en hallar el País Nuevo; aunque este no estaba más allá ni más acá, que en mi propio, y en mi mismísimo, País Viejo.

martes, 25 de octubre de 2011

Sigue adelante




Por: José Silva


  Siempre pienso que mientras tengamos la fuerza puesta en la fe, con una esperanza sostenida, viva, día a día, una y otra vez más...
   Habremos logrado que los pájaros bajen a la altura de nuestros ojos y los árboles comiencen a morir de pie.
   Habremos aprendido a leer la brújula y a cultivar la rica palabra del poeta.
   Habremos erradicado de todas las sombras el beso y exterminado lo usado, lo enfermo y lo hastiado.
   Habremos logrado acceder a nuevas direcciones y a arribar a esos lugares desde dónde soplan los nuevos vientos.
   Habremos echado albures al azar de los ocasos y fundirnos en el hado del sino con el mito de los signos.
   Habremos bebido cada gota del divino misterio y desnudado centímetro a centímetro de nuestra propia identidad.
   Habremos alimentado toda el hambre de nuestra ignorancia y fortalecido cuantas sean las alas con la diafanidad del Ángel.
   Y así, seguramente, habremos llegado a develar el enigma del vuelo. Ese enigma en el que yo yerro y tú no adecuas; él no engrosa y nosotros no santiguamos; que vosotros padecéis y en ellos sufren.
   Hazte de tu País viejo un País Nuevo, donde tu palabra sea erupción y tu hacer un volcán; donde tu razón sea lava y tu roca un trozo de Pan.
   Porque quién continúe de aquel modo en el País Viejo; seguramente será mañana, en el País Nuevo, quien sé desencontre.
   Por ello, sigue adelante. El camino es tuyo.Y la decisión también.

lunes, 24 de octubre de 2011

Deseo




 Por: José Silva


Se debe tener criterio y asumir los errores.
No se debe permitir dejarse llevar por debilidades.
Sobre todo, cuando la inocencia está cargada de ilusiones.
Dado que lo único que hace, es demostrar en su búsqueda,
como las emociones inofensivas y revitalizadoras,
se transforman luego en las falencias y olvidos mayores.
Enternezcamos la fe en el amor y glorifiquemos la vida en la esperanza.
Para que la sensatez siga brillando y las mieles, si es preciso;
endulce, la dureza de los hombres y los fríos de los miedos,
como también, aflojare en los párpados cansados, el canto de las alondras.
Y en cientos billonésimas mil veces un billón de sueños esperanzados,
se labraren hilos de plata, para que la debilidad de los hombres,
se abarrote en la paz de la felicidad
y no en el naufragio de su propio vuelo.

domingo, 23 de octubre de 2011

Al amigo



 Por: José Silva



Un amigo no es solamente quién responde tus llamadas,
es quien sabe escucharlas, aunque luego éstas sólo sean silencios.

Un amigo no es solamente quién se pone siempre en el lugar del otro,
sino el que no titubea, ni rectifica, ni huye.

Un amigo no es solamente quién no tiene nada que olvidar,
como nada que perdonar.

Porque los amigos de verdad no se rechazan, se buscan,
porque se necesitan y se fastidian, cuando no se encuentran.

Un amigo es ser el uno para el otro, con sus defectos y virtudes,
aunque las virtudes sean a veces los defectos y los defectos sus más preciadas virtudes.

Un amigo es primero amigo de la amistad, con la amistad de amigo.

Un amigo es como aprender a enamorarse sin apalearse,
amarse sin herirse y tocarse sin excitarse.

Eso es ser amigo. Amigo de verdad.

Uno en el otro.
Siempre.

sábado, 22 de octubre de 2011

Haber habría




 Por: José Silva


No habría especio de no haber tiempo,
no habría luz de no haber oscuridad,
no habría vida de no haber muerte,
no habría bien de no haber mal.


No habría deseo de no haber gozo,
no habría placer de no haber dolor,
no habría amor de no haber odio,
no habría verdad de no haber error.


No habría esperanza de no haber fe,
no habría memoria de no haber olvido,
no habría belleza de no haber fealdad,
no habría virtud de no haber vicio.


Menos haber habría,
sin tantos habría haber.

viernes, 21 de octubre de 2011

Ser uno mismo




Por: José Silva


   Para amar no hay que entender, hay que estar dispuesto a entregarse con la total convicción de dar y recibir con lo mejor de sí.

Tengamos la estimación que construimos.
Démonos el aprecio que sembramos.
Brindémonos el respeto que merecemos.
Asimismo el afecto que necesitamos.
Concedámonos el cariño que nos identifica.
Transmitamos la fuerza que nos anima.
Adjudiquemos la enseñanza que aprendimos.

   Estimulemos a tener nuestro propio estilo. A poseer nuevamente la personalidad que nos caracteriza, la expresión que nos simplifica y el carácter que nos califica.
   Porque algunas cargas suelen ser tan livianas como el peso de una pluma; pero también tan pesadas como un saco de arena, difícil de llevarla sobre las espaldas. Menos aún, cuando se oye el crujir de la madera reseca de la vieja canoa y el golpe seco de las olas furiosas, esperando que el agua nos cubra.
   Rememos. Rememos sin temerle al cansancio, ni entregarnos a la fatiga. Porque aunque los vientos sean fuertes y cuán de duro sus latigazos, igual busquemos lo que buscamos. Y no busquemos sentencia; busquemos razón. Porque la sentencia juzga y la razón crece.

jueves, 20 de octubre de 2011

Felicidad




 Por: José Silva


   En el preciso momento en que nos disponíamos despegar, la llegada de un muchacho, nos detuvo. Se acercó y, obsequiándome una brújula, me dijo:
   -Para que nunca te desorientes –sonrió-. Con ella hallarás el objetivo en la vasta inmensidad de ese “País Nuevo” al que te diriges.
   -Gracias, amigo –le agradecí.
   Luego, vino un vagabundo roto y sucio, y sacando de su alforja un puñado de semillas:
   -Un buen explorador necesita estar lúcido y fuerte. El hambre no tiene horarios –me auguró, entregándomelas-. Toma. Siémbralas cuando llegues a tu País Nuevo.
   Le agradecí con una reverencia.
   Más tarde, llegó un poeta y me entregó un trozo de papel y un lápiz, diciendo:
   -Toda palabra escrita es la voz de la memoria. Así como palabra por palabra fue construido el País Viejo, haz que también lo sea ese País Nuevo al que vas. Cultiva otro lenguaje. Sólo toma mi obsequio y siémbralo.
   Abrí la alforja y los guardé, ante las miradas húmedas de todos. Cuando de la nada apareció una bella mujer de ojos esmeraldas y boca de miel.
   Me incorporé y ella me sonrió. Sus manos estaban vacías, no su rostro que resplandecía de ternura. Nos saludamos con una reverencia, y ella, esbozó:
   -Todo lo que tenía te lo di –dijo orgullosa, besando mis mejillas-. Sólo por este beso he venido.
   Y me conmoví.
   -¿Sólo por un beso has atravesado tanto camino? –le pregunté.-. ¿Cómo es posible?
   -Porque no es el beso de despedida el que he venido a entregarte –sostuvo ella.
   -Ah, no –dije-. ¿Cuál entonces?
   -Es el beso que sólo sabe dar una mujer –dijo-. Es el de los buenos deseos. El que solamente con el corazón abierto te enseña a fabricar felicidad. El beso de la suerte. Que no es el del adiós; si no el que tú deberás continuar dando para que no desaparezcan los amores. Sobre todo, de ese País Nuevo que tú mismo, algún día, construirás –entonces quise guardarlo suavemente en una cajita de cristal.
   Al verme:
   -¡No, hijo! –me contuvo ella-. ¿De qué sirve un beso oculto en las sombras? Los besos también están hechos de luz. Viven de día. Conviven entre nosotros. Son los reyes del amor. Y allí dentro fallecerá como mariposa en invierno. No permitas que ocurra lo mismo, como con los demás besos que se inmolaron en el País Viejo.
   Inmediatamente abrí la cajita y el beso saltó desesperado a tomar aire.
   -¿Ves? –me señaló-. No sólo los hombres necesitan ser libres. Los besos también –y el beso se esfumó por los campos donde una vez mi canción escapó.
   Y yo:
   -Acabas de decirme qué él es un rey –lagrimeé.
   -Así es hijo –sostuvo-. El rey de todos los amores.
   -Entonces, he matado a un rey –con amargura.
   -No, José, no –me tranquilizó-. Has liberado un suspiro de mujer. Le has entregado a la naturaleza el latido de un deseo. Es la suerte la que has echado a andar. ¡Ven, mi entrañable pequeño! El mundo se abre a tus pies, pero no intentes querer abrazarlo ni gobernarlo. Mira que apenas tus brazos cubren la mitad de mi cintura.
   -Te extrañaré –le dije apenado.
   -No más que yo –orgullosa.
   -Y sí... –me interrumpí.
   -Igual te habré amado, hijo –sonrió.
   -Como a ti yo, madre.
   Cerré los ojos con fuerza y me arrojé a los brazos del viento, corriendo colina abajo, alzando vuelo. Desprolijo, tal vez. Pero tan seguro y decidido, como esa lejanía que se vislumbraba detrás de la cálida tarde, esperando mi arribo.