Un episodio más de violencia en el territorio argentino.
El pasado martes 27, los vecinos cordobeses del Barrio Malvinas Argentinas, se habían concentrado frente a las puertas del Concejo Deliberante, donde debía tratarse la ordenanza presentada por la Asamblea Malvinas lucha por la Vida, que pondría un límite a las fumigaciones en el éjido urbano,y para expresar su disconformidad frente a la instalación de una planta experimental de la multinacional Monsanto en aquella zona de la provincia. La idea, impulsar una consulta popular vinculante para decidir a través del voto, y de manera absolutamente constitucional, el rechazo al emprendimiento. Esta vez, la Municipalidad, no dejó pasar a los vecinos a la sesión pública del Concejo. Como respuesta obtuvieron violencia y más violencia.
Acorde a los expresado por compañeros en el sitio de internet de ECOS Córdoba – Ecología Colectiva de las Organizaciones Sociales-, los vecinos comenzaron a recibir agresiones, del puntero político y cabecilla de la agrupación Evita, Gonzálo Martínez, junto a otros empleados municipales que obraron de igual forma. A continuación, los miembros de las organizaciones allí presentes, debieron soportar la represión por parte del Cuerpo de Guardia de Infantería. Y para completar aquel patético cuadro, entró en acción la patota del intendente Daniel Arzani, que avanzó a golpes, empujones, pedradas e insultos sobre los pacíficos manifestantes.
Así es que otra integrante de la Asamblea de Malvinas y militante del MST debió ser hospitalizada de urgencia por una cortadura en la cabeza, motivo de un cascotazo proveniente del grupo atacante.
Uno de los Asambleístas expresó :
“No les importa ni nuestra salud, ni la salud de nadie. Sólo les importa el dinero (…) Ellos, que no discuten sobre la salud, son lo que generan la violencia, no el pueblo que reclama (…) Ellos no quieren someter a consulta popular porque tienen miedo”, indicó Matías Marizza, integrante de la Asamblea Malvinas lucha por la Vida.
Sin embargo, no era suficiente, y este mismo grupo de choque arremetió contra los periodistas presentes, quienes trataban de obtener la evidencia, de un acto grave de barbarie, que no fue anunciado en los grandes medios de forma urgente y masiva como correspondería a un hecho de magnitud tal. Complicidad. Una verdadera vergüenza.
En diálogo con ECOS, el cabecilla de la agrupación Evita, Gonzálo Martínez, quien fue en parte uno de los agresores, manifestó:
ECOS - Yo sé que mucha gente que está acá y responde a vos, ¿No te pareció una actitud patoteril?
G.M - “De acá yo manejo el 30% de la gente. El resto lo maneja la Agrupación, nuestra agrupación, yo soy un referente. Somos de Agrupación Evita.
Nosotros no estamos ni a favor ni en contra de Monsanto, lo único que hacemos es estar a favor de nuestra concejal,porque nosotros la pusimos. Desconozco por qué estaríamos a favor de la instalación de Monsanto.
Esto fue totalmente espontáneo. Una revuelta, reaccionó la gente. Hubo una golpiza, un par de piedras y todo se calmó ahí. Tranquilo”.
( La concejal a la que G.M hace referencia es Rosa Estela Castañares, integrante del Partido de Unión por Córdoba).
Reflexiones…
Será que algunos funcionarios debieran, además de dejar de aceptar coimas, leer la Ley General de Ambiente en sus artículos 19, 20 y 21 ó el artículo 14 de la Carta Magna Nacional.
Será que se comete un grave error por parte de ciertos sectores al exhortar a la radicalización de las posturas partidarias, hasta llegar a ceguera tal, que resulten en observar de manera tergiversada, maniobras perfectamente premeditadas de ciertos grupos, traduciéndolas como sencillas manifestaciones de algunos pobladores, disconformes con las tomas de decisión que el poder político lleva adelante en la Argentina.
Cuantas coincidencias en un mismo día.
Este deleznable cuadro socio-político, nos muestra un sistema republicano hecho girones, la debacle de las Instituciones, sustentada en la corrupción e impunidad con la que se maneja el Avatar del Poderío Económico Mundial. Funcionarios genuflexos y libidinosos del mismo, son sus inclaudicables colaboradores; Cómplices del malestar y la miseria colectiva de las poblaciones a las que, definitivamente, NO REPRESENTAN.
El pasado martes 27, los vecinos cordobeses del Barrio Malvinas Argentinas, se habían concentrado frente a las puertas del Concejo Deliberante, donde debía tratarse la ordenanza presentada por la Asamblea Malvinas lucha por la Vida, que pondría un límite a las fumigaciones en el éjido urbano,y para expresar su disconformidad frente a la instalación de una planta experimental de la multinacional Monsanto en aquella zona de la provincia. La idea, impulsar una consulta popular vinculante para decidir a través del voto, y de manera absolutamente constitucional, el rechazo al emprendimiento. Esta vez, la Municipalidad, no dejó pasar a los vecinos a la sesión pública del Concejo. Como respuesta obtuvieron violencia y más violencia.
Acorde a los expresado por compañeros en el sitio de internet de ECOS Córdoba – Ecología Colectiva de las Organizaciones Sociales-, los vecinos comenzaron a recibir agresiones, del puntero político y cabecilla de la agrupación Evita, Gonzálo Martínez, junto a otros empleados municipales que obraron de igual forma. A continuación, los miembros de las organizaciones allí presentes, debieron soportar la represión por parte del Cuerpo de Guardia de Infantería. Y para completar aquel patético cuadro, entró en acción la patota del intendente Daniel Arzani, que avanzó a golpes, empujones, pedradas e insultos sobre los pacíficos manifestantes.
Así es que otra integrante de la Asamblea de Malvinas y militante del MST debió ser hospitalizada de urgencia por una cortadura en la cabeza, motivo de un cascotazo proveniente del grupo atacante.
Uno de los Asambleístas expresó :
“No les importa ni nuestra salud, ni la salud de nadie. Sólo les importa el dinero (…) Ellos, que no discuten sobre la salud, son lo que generan la violencia, no el pueblo que reclama (…) Ellos no quieren someter a consulta popular porque tienen miedo”, indicó Matías Marizza, integrante de la Asamblea Malvinas lucha por la Vida.
Sin embargo, no era suficiente, y este mismo grupo de choque arremetió contra los periodistas presentes, quienes trataban de obtener la evidencia, de un acto grave de barbarie, que no fue anunciado en los grandes medios de forma urgente y masiva como correspondería a un hecho de magnitud tal. Complicidad. Una verdadera vergüenza.
En diálogo con ECOS, el cabecilla de la agrupación Evita, Gonzálo Martínez, quien fue en parte uno de los agresores, manifestó:
ECOS - Yo sé que mucha gente que está acá y responde a vos, ¿No te pareció una actitud patoteril?
G.M - “De acá yo manejo el 30% de la gente. El resto lo maneja la Agrupación, nuestra agrupación, yo soy un referente. Somos de Agrupación Evita.
Nosotros no estamos ni a favor ni en contra de Monsanto, lo único que hacemos es estar a favor de nuestra concejal,porque nosotros la pusimos. Desconozco por qué estaríamos a favor de la instalación de Monsanto.
Esto fue totalmente espontáneo. Una revuelta, reaccionó la gente. Hubo una golpiza, un par de piedras y todo se calmó ahí. Tranquilo”.
( La concejal a la que G.M hace referencia es Rosa Estela Castañares, integrante del Partido de Unión por Córdoba).
Reflexiones…
Será que algunos funcionarios debieran, además de dejar de aceptar coimas, leer la Ley General de Ambiente en sus artículos 19, 20 y 21 ó el artículo 14 de la Carta Magna Nacional.
Será que se comete un grave error por parte de ciertos sectores al exhortar a la radicalización de las posturas partidarias, hasta llegar a ceguera tal, que resulten en observar de manera tergiversada, maniobras perfectamente premeditadas de ciertos grupos, traduciéndolas como sencillas manifestaciones de algunos pobladores, disconformes con las tomas de decisión que el poder político lleva adelante en la Argentina.
Cuantas coincidencias en un mismo día.
Este deleznable cuadro socio-político, nos muestra un sistema republicano hecho girones, la debacle de las Instituciones, sustentada en la corrupción e impunidad con la que se maneja el Avatar del Poderío Económico Mundial. Funcionarios genuflexos y libidinosos del mismo, son sus inclaudicables colaboradores; Cómplices del malestar y la miseria colectiva de las poblaciones a las que, definitivamente, NO REPRESENTAN.
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