Por: José Silva
A pocos kilómetros de ingresar al País Nuevo, decidí hacer un alto y tomarme un descanso. Y mientras le di algo de comer al hambre y algo de líquido a la sed, el cansancio cedió paso a un Ángel, que en sueños, me dijo:
“Caerán las noches y exaltarán los días; arderán las ilusiones y perecerán las angustias; estallarán las risas y dormirán los placeres; suspirarán las pasiones y reirán los amores; transcurrirán las vidas y contarán las horas; hablarán los paisajes y danzarán las mañanas; alumbrarán las semillas y liberarán los vacíos; reinarán los soles y volarán los sueños.”
“Porque cantarinas serán las noches como tronadores los días; crecientes las ilusiones y envejecidas las angustias; abandonadas las risas y encendidos los placeres; evocativas las pasiones y extasiados los amores; insólitas serán las vidas e inocentes las horas; sensitivos los paisajes y penumbrosas las mañanas; redentoras las semillas y amenazantes los vacíos; codiciados serán los soles como restauradores los sueños.”
“Porque mientras caiga o exalte, arda o perezca, estalle o duerma, suspire o ría, transcurra o cuente, hable o dance, alumbre o libere, reine o vuele; con sus noches y sus días, más ilusiones y angustias, más risas y placeres, más pasiones y amores, más vidas y horas, entre paisajes y mañanas, con las semillas y los vacíos, los soles y los sueños; para que cada hombre cuando se sienta abatido, alcance a desnudar su conciencia, sin llorar en secreto ni acallar sus deseos.”
“Porque siempre un País Nuevo nace de un País Viejo. Tal canta lo que trona, como crece lo que envejece. Se abandona lo que se enciende, como quien evoca lo que extasía, para que lo Nuevo redimida en lo Viejo y lo Viejo gruñe en lo Nuevo. Pero cuando ocurra, cierra los ojos y abre los sentidos. Dibújate una idea y la idea reinará. Porque solamente ella es entendimiento, y la lógica en éste, su verdadero dominio. Y mientras la idea sea dibujada con los sentidos, la imaginación se vestirá de fantasías y los ojos abrirá a la realidad. Porque ésta realidad de la que deseo que seas parte, no es más que la fantasía que crean los sentidos, en una equivocada expresión; creyéndosela real. Sin embargo, si cierras los ojos, dejarás de ver el dibujo que la idea te imaginó, haciendo que nada ni nadie reine bajo ningún concepto de libertad. Si no lo que tú y tu fantasía creen, y serás, pues lo que te será mostrado con la gracia de tu propio vuelo.”
“Es por eso que la gratitud es tan sabia como dolorosa es la admiración. Pero mientras tu cuerpo sea sustancia y tu alma tribunal, no habrá orden a tu voluntad ni humildad a la obediencia. La idea se ocultará y oculta, no halla el camino hacia el País Nuevo, mientras se lo mantenga preso en la soledad del País Viejo.”
“Solamente goza el placer de tu alma y deja que el espíritu sea el deleite y el deleite, la idea; la idea, la naturaleza y la naturaleza, la potestad; la potestad, el Mesías y el Mesías; el Rey y este Rey, El Hacedor: Dios. El único que vuela en nuestra y por nuestra libertad”.
“Ahora, abre los ojos, extiende las manos, da el paso; pero que sean los ojos de tu corazón los que miren. Y sean las manos, la razón con la que midas y sea la lógica, el paso de los sentidos. El justo motivo de ver que mientras haya realidad, habrá siempre fantasías; tal como ésta si aquella existiere.”
Y con estas últimas palabras golpeándome los afectos, me desperté y fui hacia el País Nuevo en busca de un reinado. A ese preciso lugar que, justamente, no estaba más allá de mi propio País Viejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario