Hoy los habitantes de esta patria argentina, celebramos un nuevo aniversario de libertad.
A veces no dimensionamos lo que esta esta celebración significa.
Gracias a aquel grupo de hombres que gestaron la Revolución de Mayo de 1810, hoy tanto vos, tu familia, la mía, somos libres.
Libres para decir lo que pensamos aúnque los demás no estén de acuerdo.
Libres para denunciar a lo que no nos hacen bien como ciudadanos ni país.
Libres para tener amigos de cualquier nacionalidad, de todas las religiones y de cualquier clase social.
Libres para equivocarnos, reconocerlo y corregir el error.
Libres para hacer uso de nuestras capacidades y talentos, buscando oportunidades o aprovechándolas cuando la vida nos las ofrece.
Pero sobre todo, somos libres para soñar que mañana será mejor, soñar que la falta de trabajo debe ser algo pasajero, soñar que nuestros objetivos se cumplirán, soñar que ya no habrán y que no sirven de nada, y creer los que mandan siempre nos van a escuchar.
Ser libres es no ponerle jamás techo a las ilusiones, para seguir luchando y no bajar nunca los brazos.
Porque a medida que hagamos uso de nuestros buenos sueños, estaremos honrando a aquellos patriotas que en 1810 soñaron primero.
Y a nuestro futuro que heredarán lo que les dejemos.
Gracias a aquel grupo de hombres que gestaron la Revolución de Mayo de 1810, hoy tanto vos, tu familia, la mía, somos libres.
Libres para decir lo que pensamos aúnque los demás no estén de acuerdo.
Libres para denunciar a lo que no nos hacen bien como ciudadanos ni país.
Libres para tener amigos de cualquier nacionalidad, de todas las religiones y de cualquier clase social.
Libres para equivocarnos, reconocerlo y corregir el error.
Libres para hacer uso de nuestras capacidades y talentos, buscando oportunidades o aprovechándolas cuando la vida nos las ofrece.
Pero sobre todo, somos libres para soñar que mañana será mejor, soñar que la falta de trabajo debe ser algo pasajero, soñar que nuestros objetivos se cumplirán, soñar que ya no habrán y que no sirven de nada, y creer los que mandan siempre nos van a escuchar.
Ser libres es no ponerle jamás techo a las ilusiones, para seguir luchando y no bajar nunca los brazos.
Porque a medida que hagamos uso de nuestros buenos sueños, estaremos honrando a aquellos patriotas que en 1810 soñaron primero.
Y a nuestro futuro que heredarán lo que les dejemos.
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