La planificación de actividades y el
conocimiento de los riesgos son fundamentales para minimizar las
pérdidas de calidad y cantidad granos.
La campaña de cosecha
gruesa 2013 está en marcha y como todos los años el INTA considera
oportuno recordar algunos aspectos importantes para almacenar los
granos sin sufrir pérdidas innecesarias y asegurar la calidad e
inocuidad de los granos, tratándolos como lo que son, alimentos.
Los productores deberán tener en cuenta que la cosecha
de grano húmedo implica afrontar gastos extras de secado.
Un relevamiento en diversas plantas de acopios y
cooperativas indica que las tarifas de secado están en promedio en 20
pesos por tonelada y por punto de humedad removido (rango entre 17,3
y 52 $/t/pto humedad removido). Dejar secar el grano a campo es una
opción para minimizar el costo de secado, pero a expensas de afrontar
mayores pérdidas de precosecha en el lote. Por lo tanto, a los fines
de decidir el momento óptimo de cosecha, se recomienda prestar
especial atención al pronóstico del tiempo y a las enfermedades
de fin de ciclo.
El INTA desarrollo una herramienta que permite calcular los costos de secado personalizados para cada tipo de operación. Esta herramienta permite a los acopiadores y productores, que tengan secadoras, calcular los costos reales de dicha operación. Esta herramienta se encuentra disponible en la siguiente dirección:
El INTA desarrollo una herramienta que permite calcular los costos de secado personalizados para cada tipo de operación. Esta herramienta permite a los acopiadores y productores, que tengan secadoras, calcular los costos reales de dicha operación. Esta herramienta se encuentra disponible en la siguiente dirección:
La recepción de la cosecha en los acopios estará
determinada en gran medida por la capacidad de secado (especialmente
en maíz), ya que los acopios pueden manejar una porción limitada de
grano húmedo. Se recomienda a los productores coordinar con los acopios la
recepción de granos con excesiva humedad para evitar demoras
inesperadas en la descarga de los granos.
Almacenamiento en
bolsas
En el caso del almacenamiento en bolsas se debe tener en cuenta que la humedad de almacenamiento segura es la humedad de recibo del grano. El almacenamiento de grano húmedo en la bolsa debe considerarse estrictamente temporario, sobre todo con humedades de maíz por encima de 17% y soja por encima de 14%. Si se desea almacenar soja para semilla conviene que la humedad sea de 12,5% como máximo. A su vez, se recomienda realizar un análisis de poder germinativo inicial, y seleccionar como soja para semilla a aquellas bolsas cuyo poder germinativo sea superior a 95%. Las bolsas se deben ubicar en lotes altos, preferiblemente con cierta pendiente para evitar el anegamiento temporario luego de una lluvia torrencial.
No armar la bolsa sobre rastrojo, ya que rompe la
cubierta plástica favoreciendo la entrada de agua. Extremar los
cuidados en el cierre de la bolsa y reparar toda rotura en la misma.
Ubicar las bolsas de a pares y dejar una calle cada dos bolsas para
facilitar la extracción de granos en
caso de ser necesario. Anotar en la bolsa la calidad (fundamentalmente humedad) del grano embolsado. Realizar el monitoreo de la bolsa en base a la medición de dióxido de carbono para detectar tempranamente cualquier incremento en la actividad biológica.
caso de ser necesario. Anotar en la bolsa la calidad (fundamentalmente humedad) del grano embolsado. Realizar el monitoreo de la bolsa en base a la medición de dióxido de carbono para detectar tempranamente cualquier incremento en la actividad biológica.
Aireación
En caso que los productores decidan cosechar húmedo y realizar almacenamiento temporario a campo es importante considerar que el grano húmedo respira intensamente produciendo calor y consumiendo las propias reservas del grano afectando su calidad.
Ante este panorama es importante recordar las capacidades y limitaciones de los sistemas de aireación de los silos para manejar grano con diferentes condiciones. Por ejemplo, para enfriar grano seco se requiere un caudal de aire relativamente bajo, a razón de 0,1 m3.min-1.t-1 (metros cúbicos de aire por minuto y por tonelada de grano almacenado). Sin embargo, si se requiere mantener en buenas condiciones grano húmedo a la espera de ser secado (ej. maíz a 18%), o extraer un punto de humedad al grano en un tiempo razonable (maíz a 16% o soja a 15%), evitando el dañado por hongos (acondicionamiento por humedad) el caudal de aire requerido es de 2 a 5 veces superior (aireación reforzada).
Finalmente, si lo que se desea es secar en silo (bajar 3
o más puntos de humedad) se requieren caudales de aire diez veces
superiores a una aireación de mantenimiento (1 m3/min .t), un sistema
de distribución de aire bien dimensionado (conductos), quemador y un
controlador automático del sistema. Además, el secado en silo es
un proceso lento que dura varias semanas, por lo que normalmente no
se adapta a la logística de un acopio. Cabe la mención que el INTA
ha desarrollado un silo secador (en conjunto
con empresas privadas) orientado básicamente al secado de granos
con valor diferencial (cultivos especiales: maíz pisingallo,
semillas, maíz para industria, etc). El INTA ha desarrollado una
aplicación disponible on-line de acceso libre y gratuito (los
usuarios deben registrarse previamente) que permite dimensionar y
seleccionar ventiladores de aireación para silos y celdas. Dicha
aplicación se llama "AireAr" y está disponible en el siguiente
sitio:
La aireación de grano seco se utiliza fundamentalmente
para mantener la temperatura de la masa de grano lo más baja posible,
minimizando de esta manera el desarrollo de hongos, pero
fundamentalmente de insectos. Si la temperatura de la masa de granos
se mantiene por debajo de los 15°C los insectos plagas de los granos
almacenados no se pueden desarrollar. La recomendación del uso de
aireación para grano seco es seleccionar las horas más frescas,
generalmente por la noche, y tratar de llevar la temperatura de la
masa de granos por debajo de 15°C. En algunas localidades, por
cuestiones climáticas, convendrá primero bajar la temperatura a
18-20°C en el primer ciclo de aireación, y luego, ya entrado el otoño,
realizar un segundo ciclo para bajarla por debajo de 15°C. Durante
el invierno, si el almacenamiento se prolonga en el tiempo,
conviene realizar otro ciclo de aireación para bajar la temperatura a
8-10°C y luego sellar la boca del ventilador (evitar el efecto
"chimenea" de calentamiento paulatino del grano). El proyecto
INTA-PRECOP: Eficiencia de Poscosecha desarrollo un controlador
automático económico de aireación que se puede construir y operar con
suma facilidad.
Mantenimiento de grano húmedo previo al
secado
Si se necesita almacenar grano muy húmedo (ej. maíz a
18% de humedad) hasta que pueda ser secado en una secadora de
alta temperatura, entonces se debe contar con una aireación reforzada
(0,5 m3.min-1.t-1). En este caso la aireación se debe utilizar de
manera permanente, sin importar la condición climática. Esto es así
porque el grano húmedo respira muy intensamente, generando calor y
estropeando la calidad del grano. La aireación continua permite
mantener la temperatura del grano en valores cercanos a la
temperatura ambiente, preservando la calidad del grano hasta que
pueda ser secado. Conviene resaltar que esta situación no se puede
prolongar en el tiempo más allá de tres semanas.
Un sistema de aireación reforzado puden extraer un punto de humedad en menos de un mes, permitiendo el almacenaje seguro del grano. Por ejemplo, si cosechamos maíz a 15,5% de humedad y lo almacenamos en un silo con un aireación reforzada de 0,5 m3.min-1.t-1 es posible reducir su humedad a 14,5 (humedad de recibo) antes de que los hongos empiecen a desarrollarse y dañar el grano. Para lograrlo es importante que el ventilador esté encendido la
mayor parte del tiempo hasta reducir la humedad. Solo habría que apagarlo cuando la humedad relativa ambiente sea superior a 80%.
Descorazonado
Para el manejo de grano húmedo con aireación es fundamental maximizar el caudal ofrecido por el ventilador y asegurarse que la distribución del aire en la masa de granos sea uniforme. En este sentido es recomendable practicar el descorazonado del silo. Esta técnica consiste en extraer aproximadamente el 3% del grano contenido en el silo lleno (invertir el "copete") y de esta manera eliminar la columna central de grano en la que normalmente se concentra el material fino que entorpece el paso del aire, facilita el desarrollo de insectos, hongos y toxinas.
El grano descargado puede ser pasado por la limpieza
y regresado al silo o enviado para la venta, pero nunca se
debe recircular porque no tiene efecto la práctica del
descorazonado.
Monitoreo
Es importante reconocer que almacenar grano húmedo
representa una situación de riesgo, por lo que estos granos deben ser
monitoreados regularmente. El monitoreo consiste en inspecciones
visuales de las instalaciones de acopio para detectar cualquier
gotera o filtración de humedad en la estructura. Siempre que sea
posible, se debe caminar por la superficie del granel para observar
encostramiento o desarrollo incipiente de hongos (tomar los recaudos
de seguridad necesarios).
Utilizar el olfato para detectar olores que evidencien
descomposición del grano, ya sea en el espacio aéreo del silo, o en
el aire servido del sistema de ventilación. Utilizar termometría para
detectar focos de calentamiento en la masa de granos y
para monitorear el avance del frente de enfriamiento. Es importante
señalar que las oleaginosas son menos tolerantes al almacenamiento
con humedad por lo que requieren más atención. Cuanto antes se
detecte un problema, más rápido se puede actuar y menor será la pérdida.
Si el problema se detecta tempranamente se puede intentar una
primera alternativa de solución, utilizando aireación de
manera continua hasta restablecer las condiciones
normales de almacenamiento. Si la aireación continua no fuera
efectiva entonces se deberá transilar la mercadería para
"romper" el núcleo de calentamiento.
Las secadoras funcionan más eficientemente (menor
consumo y mayor capacidad de secado) cuando se las trabaja a "todo
calor". En esta modalidad el grano sale caliente (40-45°C) y con
un punto de humedad por encima de la humedad final.
El grano caliente y húmedo se traslada a un silo con
aireación reforzada para su enfriado y secado definitivo. Se
deben tomar precauciones para evitar la condensación de humedad en el
techo del silo a través de la instalación de adecuadas bocas de venteo y
el agregado de ventilación forzada (extractores). Consultar al
fabricante de la secadora para operar la misma en la modalidad "todo
calor".
Una estrategia para hacer más eficiente el proceso de
secado consiste en segregar el grano de acuerdo a rangos de humedad,
como por ejemplo 14,5-17%, 17,1-20%, 20,1 o más. El grano
correspondiente al primer rango de humedad puede ser manejado a
través de mezclas con grano sobresecado (si es que hay disponible).
No se recomienda la mezcla de lotes de granos con diferencias de más
de 3 puntos porcentuales de humedad. Los lotes de granos
correspondientes al segundo rango de humedad pueden secarse en una
sola pasada, y los correspondientes al tercer rango de humedad deben
secarse en dos o más pasadas. Además, extraer más de 5 puntos
porcentuales por hora resulta en pérdidas de calidad e incrementos en
el consumo energético.
El INTA recomienda que la calidad de los granos debe
cuidarse no solo para evitar pérdidas monetarias, sino también porque
los granos constituyen la base alimentaria de la población y son
además insumos de procesos industriales que resultan en el agregado
de valor a la producción primaria, con importantes beneficios para
toda la sociedad.
Ing. Agr. Ph. D. Ricardo Bartosik
Lic. Bio. M.Sc. Bernadette Abadia
Ing. Agr. M.Sc. Diego de la Torre
Ing. Agr. Leandro Cardoso
Prensa y Comunicaciones: Pedro Ibañez
pibanez@balcarce.inta.gov.ar
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