miércoles, 13 de febrero de 2013

Para crecer con mucha energía


Por: Juan Carlos Mortati)

  Desde la ciudad de Comodoro Rivadavia, en Chubut, donde los emprendimientos y maquinarias petrolíferas se yerguen como íconos emblemáticos del potencial nacional en hidrocarburos, durante esta semana la Presidenta de la Nación y el Gerente de la nueva YPF, Nicolás Galuccio, lanzarán la primera exploración en materia de petróleo y gas no convencional.
 Como es sabido, “los pozos tradicionales se explotan por mera extracción, mientras que los no convencionales requieren de tecnologías más sofisticadas y costosas. Todas las expectativas están puestas en el yacimiento de Vaca Muerta en Neuquén, calificado el segundo más grande del mundo, pero la sorpresa es que esta semana se pondrá en marcha la exploración en Comodoro Rivadavia, también en yacimientos no convencionales”.
LA APUESTA DE LA NUEVA YPF
“Nos parece un hito fundamental, dijo Galuccio en la reunión informativa del Directorio de la semana pasada, el lanzamiento del miércoles 13 de febrero. Va a estar la Presidenta. Vamos a ampliar las fronteras del no convencional más allá de Vaca Muerta. Tenemos una apuesta muy grande en Chubut, lanzando la exploración en el Golfo San Jorge y hay que seguir apostando que el no convencional es la puerta que tenemos para el autoabastecimiento energético”.
El objetivo imprescindible de la repatriación de YPF, al rescatar aquel anhelo del Ingeniero gral. Enrique Mosconi, don Hipólito Irigoyen, el gral. Manuel Nicolás Savio, en su integración con la siderurgia y la trascendental consolidación durante el primer gobierno justicialista del Presidente Perón, se sustentó en el logro del autoabastecimiento energético, valor clave para el proyecto de recuperación e industrialización de la economía del país.
  “Concluimos un muy buen año, continuó Galuccio, pero es importante tener claras las metas y los desafíos para el año que se inicia. Dimos el primer paso, revertir la tendencia declinante y poner la empresa a producir y alineada a los intereses del país.”
   El enorme desafío a sortear en esta nueva etapa de YPF significó el otro factor, es el llamado declino. Un pozo petrolero declina, es decir que cae en su producción, entre un 30 y un 60 por ciento al primer año. Y luego va perdiendo rendimiento, por cuestiones naturales. Esta es la razón de que aunque la producción pueda mostrar alguna caída, la inversión y el crecimiento en la extracción de nuevos pozos permite recuperar el rendimiento, es lo que le gana la partida al declino natural. Lo que expresan los informes oficiales de YPF es que ha habido un crecimiento en la cantidad de pozos que va permitiendo que una empresa que fue reduciendo la producción en un seis por ciento anual durante la última década, ahora repunte –por primera vez, en un 2,5 por ciento. En cuanto al gas ocurre lo mismo, de una caída estrepitosa en los últimos años, incluso de más del 10 por ciento en 2011, pero también del 12 por ciento en 2009, se logre una merma muchísimo menor, de algo más del 2 por ciento, en escasamente un año.
   RUMBO AL AUTOABASTECIMIENTO ENERGETICO.
   “Revertir el desbalance energético demanda tiempo. Pero tenemos una gran oportunidad, porque estamos ante el desarrollo de una reserva de petróleo y gas sin antecedentes en nuestro país, por su magnitud, pero también por su riesgo.” Este análisis del titular de YPF coloca al emprendimiento en Comodoro Rivadavia en la carátula de la apertura de un capítulo que busca revertir el retroceso de un período que resulta lamentable para la política energética del país.
El esfuerzo de la actual YPF está en la línea de los números logrados hasta ahora. En ese sentido el informe de Galuccio, expuso que “los cuadros que comparan la producción diaria de los distintos años muestran que en petróleo YPF cayó 7,6 por ciento en 2011 y aumentó su producción 2,5 por ciento en 2012. En gas venía de una caída del 10,5 por ciento en 2011 y redujo esa caída al 2,5 por ciento el año pasado. La importación de nafta en 2012 se redujo nada menos que un 54 por ciento, un dato decisivo para reducir las divisas que el país destinaba a esas compras.”
 Resulta impensable un proceso de vigorizar la industria y el desarrollo productivo del país, como factor esencial del crecimiento económico, sin apostar a la fortaleza de una política de autoabastecimiento energético. Representa un planteo de orden estructural para nuestro país, desde el cual se podrá satisfacer un duro examen como economía emergente, en medio de una universalidad de naciones que se debate por hallar un modelo de gestión sustentable.

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