La participación de Argentina en la
estrategia Sur-Sur va mucho más allá del simple encuadre mundial en
determinadas coordenadas geográficas. Esa conformación nos está refiriendo a
una amplia alianza que busca un favorable posicionamiento en la estructura
geo-política-económica mundial actual, conjuntamente con países que están
visualizados como economías emergentes.
Ese es el marco que orientó la actual gira
presidencial y el acompañamiento empresarial por países árabes y del sudeste
asiático. Por sobre los componentes ideológicos que conformaron los procesos
históricos de estos países, en que debieron soportar colonialismos y
usurpaciones de reconocidas potencias que asolaron sus pueblos, la estrategia
Sur-Sur se sustenta en un modelo de crecimiento y desarrollo, que mejore la situación
de sus comunidades y el auge de sus posibilidades económicas.
ICONO DE
LUCHA
Desde Hanoi, capital de Vietnam, territorio
ubicado en la corcova geográfica que señala al sudeste asiático, y en los
eventos que significaron el cierre del periplo de la comitiva argentina, la Presidenta de nuestro
país expresó, “Vietnam es un ícono de
lucha para nuestra generación”. Fue al concluir la reunión bilateral con el
Presidente Truong Tan Sang, con quien analizaron el temario de acuerdos que se establecerán
sobre biotecnología, agricultura, energía nuclear con fines pacíficos y sobre
la temática de recursos renovables.
“Repasamos
todas las actividades industriales, científicas y comerciales, en las cuales
vamos a hacer punto de apoyo para profundizar la relación, no solamente
económica sino cultural de ambos países”, aseguró Cristina Fernández.
Lo del ”icono de lucha”, fue un
reconocimiento a las vivencias del pueblo vietnamita, en la figura del poeta y
líder revolucionario Ho Chi Minh, emblema de la consolidación de la
independencia de Vietnam, tras las luchas internas y contra la usurpación francesa,
que culminaron a mediados de la década del “50 y una década después la heroica
resistencia presentada a las tropas Estadounidenses, situación que terminaría
con el acuerdo de París en 1973. Cuantas películas americanas se inspiraron en
esa sangrienta guerra. Rambo, ese personaje inventado para la ficción, era un
sobreviviente de esas conflagraciones y sus consecuencias neuróticas en la convivencia social.
MAYOR
DENSIDAD
Junto al Monumento de los Héroes y Mártires
de la lucha por la
Liberación, el Presidente vietnamita manifestó en el acto de
bienvenida, “Hace mucho tiempo que esperamos su
visita a Vietnam. Este encuentro va a ser un fuerte impulso para elevar la
relación entre Vietnam y Argentina a un nivel estratégico” y rememoró los
cuarenta años que se cumplirán, al mencionar el inicio de las relaciones
diplomáticas entre ambos Estados, sucedida el 25 de Octubre de 1973, durante el
tercer mandato de Juan Domingo Perón.
La relación comercial entre los dos países asciende hoy a casi mil
millones de dólares, con un importante superávit para la Argentina, y se compone
principalmente de compras a Vietnam de textiles, calzado, caucho y algunos
electrónicos, y venta de soja, trigo, autopartes, tubos de acero, carne vacuna,
leche en polvo y vino. Cristina
Fernández agradeció y, antes de retirarse la prensa, realizó una
invitación formal a Tan Sang a concretar una visita de Estado a la Argentina “para dar
mayor densidad al intercambio de estas dos economías emergentes”.
Luego de cónclave presidencial, la Presidenta argentina
manifestó que fue una “fructífera y excelente reunión de trabajo. Ciencia y
tecnología, agricultura de precisión, energía nuclear con fines pacíficos,
renovables, fueron algunos de los temas que hemos abordado, pero realmente ha
sido una agenda muy amplia que establece una gran complementariedad entre ambos
países. La industria alimentaria, el valor agregado a la cadena de productos
primarios ha sido también un tema muy importante que hace a la seguridad
alimentaria, elemento clave del siglo XXI”
Otros de
los temas esenciales para el orden internacional, ya reiterados en otros foros
internacionales por nuestro país, se refirió a establecer reglas igualitarias en la Organización Mundial
de Comercio y en el marco de las Naciones Unidas. “No queremos que las
posiciones de privilegio, producto de ocupar lugares en forma permanente en el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o la posición de los países
desarrollados en la Organización Mundial de Comercio, se utilicen en detrimento
de las economías emergentes, que somos las que en la última década hemos
precisamente sostenido el nivel de actividad económica global”, enfatizó la
Presidenta argentina.
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