martes, 29 de enero de 2013

Girasol


Definición de rendimientos e impacto de enfermedades de fin de ciclo 
El período de floración del girasol está llegando a su fin, y junto con esto se define el potencial productivo del cultivo. Posteriormente, aumenta la manifestación de las enfermedades foliares y por ende su impacto sobre el rendimiento. Especialistas del INTA Balcarce se refieren al estado actual de los cultivos en el sudeste bonaerense y a la importancia de conservar el potencial productivo y la calidad manteniendo la sanidad.

Con 1.800.000 hectáreas sembradas de girasol a nivel país se espera que la producción de esta oleaginosa esté cercana a las 3.500.000 toneladas, según lo dicho por el Ing. Facundo Quiroz, Jefe del Grupo Girasol INTA Balcarce.

En general a nivel país la situación es diversa, en la zona norte (Chaco, norte de Santa Fe, Santiago del Estero) tuvieron muy buenas condiciones en la siembra e implantación lo que se manifestó con una importante suba en superficie de cultivos implantados alcanzando las 500.000 hectáreas. No sucedió lo mismo en el centro del país debido a las lluvias muy copiosas durante la siembra. Si bien había una intención de siembra menor que años anteriores, muchos lotes que estaban destinados a girasol no se sembraron porque la situación climática no lo permitió, por ende esta zona registró una disminución de superficie importante en relación a la campaña anterior. En la zona sur pasó lo mismo que en la zona centro aunque las lluvias afectaron menos”.

Respecto del sudeste bonaerense, el técnico explica que hubo muy buenas condiciones de desarrollo para lo que es emergencia y período vegetativo, recalcando que en algunos casos puntuales ha habido problemas con el exceso de lluvia, humedad excesiva de suelo, vientos fuertes, granizo y enfermedades.

El cultivo de nuestra región se ve bien, con una buena cobertura foliar y suficiente humedad de suelo con lo cual estamos ante cultivos que pueden expresar su potencial para nuestra zona” aclara el técnico.

Cómo conservar el potencial de nuestro cultivo

Después del período de floración, es importante conocer cuáles son los factores que, durante el llenado, pueden estar afectando el potencial de rendimiento. El especialista precisa que el aspecto sanitario es uno de los elementos que hay que controlar, y explica que se deben realizar monitoreos ya que este año es predisponente a enfermedades debido a la cantidad de lluvias. También durante este período, continúa el técnico, hay que tener en cuenta que se define la calidad del cultivo. La misma depende principalmente de la elección del cultivar y de las condiciones meteorológicas y sanitarias del llenado de granos. “Todo lo que tenga que ver con una alta radiación, y temperaturas moderadas favorecen la acumulación de aceite y la definición de la composición de ácidos grasos. Algo a tener en cuenta, es que si uno mantiene sano el área foliar, favorece un buen llenado y asegura un cultivo con elevada calidad” detalla Quiroz.

Conocer las enfermedades y monitorearlas

La Ing. Natali Lázzaro, de la Unidad Integrada Balcarce, manifiesta que en los últimos años las condiciones del cultivo, tanto de manejo como climáticas, favorecieron el creciente desarrollo de enfermedades de fin de ciclo, las cuales se manifiestan cuando el cultivo se empieza a entregar y algunas mucho antes, como sucedió este año. “Lo que más nos preocupa es alternaria (mancha de la hoja producida por Alternaria helianthi), que se manifestó por la gran humedad que se está registrando en la campaña, y más adelante podemos ver mancha negra del tallo afectando bastante al cultivo” agregó la especialista. También destacó que la podredumbre blanda del capítulo por Sclerotinia es una de las enfermedades más importantes del cultivo porque afecta el órgano directo de cosecha, el capítulo. “Este año podríamos tener muchos síntomas, primero porque se registraron altos valores de humedad y abundantes lluvias en floración. Temperaturas templadas antes de floración y posteriormente altas, son factores que favorecen el desarrollo de este patógeno”. 

Respecto de los métodos para el control de dichas enfermedades la especialista señala que es fundamental partir de un manejo integrado: desde la selección del lote, rotación de los cultivos, sistema de siembra, elección del cultivar y posteriormente cuando las condiciones sean altamente predisponentes, como por ejemplo este año, recurrir a prácticas de control como la aplicación de fungicidas. Y añade que es importante tener en cuenta la resistencia del comportamiento de los cultivares porque si bien no hay resistencia total sino parcial a las enfermedades de fin de ciclo, hay cultivares que están caracterizados en cuanto a su comportamiento. “En nuestro grupo se realizaron estudios ajustando dosis y momentos de aplicación de fungicidas para el control de las mismas y hemos tenido muy buenos resultados con algunas aplicaciones tardías y a las dosis recomendadas. Siempre hay que monitorear el progreso de la enfermedad y decidir el momento oportuno de aplicación” detalló la Ing. Lázzaro. Y sostuvo que en un año como el que estamos teniendo en cuanto a las condiciones climáticas, con respecto a la Mancha de la hoja por Alternaria aplicaciones tempranas pudieron reducir la enfermedad y proteger el área foliar que se ha visto afectada.

En busca de elevar el potencial de los cultivos

El INTA Balcarce desde hace muchos años está realizando una red de ensayos de cultivares comerciales de girasol, haciendo la caracterización de todos los cultivares que las empresas recomiendan para la zona Sur de la provincia de Buenos Aires y La Pampa. Son ensayos que apuntan principalmente a la caracterización de los distintos cultivares por la calidad y la productividad de dicha oleaginosa” apunta la Ing. Carolina Troglia del grupo Girasol INTA Balcarce. Respecto de las características más salientes que se han mejorado en los últimos años la especialista sostiene que los materiales han empezado a tener una muy buena inclinación del capítulo que los pone en una mejor condición contra el vuelco, han desarrollado buen comportamiento ante enfermedades, y además se han incorporado al mercado materiales con tecnología CLEARFIELD (CL) y se han desarrollado materiales con calidades especiales como es, desde ya hace algunos años, la incorporación de los cultivares alto oleico y en la última campaña con la incorporación de materiales con alto esteárico.

Acerca de la caracterización de productividad, Troglia explica que se trabaja principalmente en rendimiento y en calidad a nivel de contenido de aceite en lo que son materiales tradicionales y CL, sumado a la determinación del contenido de ácidos grasos en los materiales que son de calidades especiales. De todos los materiales incluidos en ambas redes (tradicional + calidades especiales y CL) se realiza una caracterización sanitaria de dos de las enfermedades más importantes del girasol como son la Podredumbre del capitulo por Sclerotinia sclerotiorum y la Marchitez por Verticillium dahliae.

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