lunes, 10 de diciembre de 2012

10D: 29 años de reconstrucción democrática


Por: Juan Carlos Mortati

  10 de diciembre de 2012. Hace 29 años al asumir su mandato presidencial Don Raúl Alfonsín expresaba en uno de los tramos más contundente de su discurso “La acción, ya sabemos, no llevará a la perfección: La democracia es el único sistema que sabe de sus imperfecciones. Pero nosotros daremos de nuevo a la política la dimensión humana que está en las raíces de nuestro pensamiento. 

Vamos a luchar por un Estado independiente. Hemos dicho que esto significa que el Estado no puede subordinarse a poderes extranjeros, no puede subordinarse a los grupos financieros internacionales, pero que tampoco puede subordinarse a los privilegiados locales. La propiedad privada cumple un papel importante en el desarrollo de los pueblos, pero el Estado no puede ser propiedad privada de los sectores económicamente poderosos.”

   Muchos años más tarde, el 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner en una situación similar manifestaba “El objetivo básico de la política económica será el de asegurar un crecimiento estable, que permita una expansión de la actividad y del empleo constante… (…), una mayor distribución del ingreso, que fortalezca nuestra clase media y que saque de la pobreza extrema a todos los compatriotas”. Y destacaba: “No se puede recurrir al ajuste ni incrementar el endeudamiento. No se puede volver a pagar deuda a costa del hambre y la exclusión de los argentinos…”….”no vengo a dejar mis convicciones en las escalinatas de la casa Rosada”.



   DOS PILARES
Un reciente sondeo llevado adelante por el Centro de estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce el sociólogo Roberto Bacman, dice “En total se entrevistó telefónicamente a 1002 personas de Capital Federal, el primero y segundo cordón del Gran Buenos Aires, Mendoza, Rosario, Córdoba, Tucumán, Salta y 22 ciudades y localidades del interior del país. El trabajo respetó las proporciones por edad, sexo, nivel económico y lugares de residencia, distribuyéndose los encuestados entre ciudades grandes, medianas, chicas y localidades rurales”.

El dato destacado del trabajo fue que las figuras de Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner emergen sobre el resto, con valoraciones del 64 % de reconocimiento, como los gobiernos  que significaron los pilares del período de reconstrucción de la Democracia.

 Tanto la etapa de Alfonsín, que representó la salida de aquel proceso golpista antidemocrático del ´76, como el período de Kirchner, posterior al desasosiego socio-económico de comienzos de siglo, configuraron tiempos de reconstrucción del sistema representativo de la Democracia, donde fue necesario asumir decisiones fundamentales para fortalecer convicciones y valores que aseguraran la convivencia social y recuperaran el funcionamiento integral del país.

Los dos inauguraron etapas clave pues debían convencer nuevamente del potencial denegado, desde dentro y desde fuera, al que aspiraba Argentina. Y sobretodo persuadir del compromiso común que debíamos asumir cada uno, sin el cual todo intento sería inválido, todo esfuerzo terminaría dilapidado y el desarrollo y el crecimiento del país quedarían embarcados en una riesgosa e inútil utopía.

Ese fue el desafío que afrontaron y el futuro que percibieron. No estaba lejano. No era un imposible. Atesoraba la esperanza de realizaciones muchas veces truncadas. Seguramente, significó la temeraria tarea de creer que un país emprendedor era posible. Que era el tiempo propicio para  amanecer sueños que tradujeran aspiraciones y logros largamente anhelados.


LOS FESTEJOS

    Durante la tarde y noche del domingo una gigantesca multad desbordó  la histórica Plaza de Mayo, escenario de tantos eventos que jalonaron la historia de nuestro crecimiento como Nación.

Esta vez el júbilo popular, la alegría y el clima festivo, marco la tendencia de este acontecimiento, doble en su contenido el Día que conmemora el reconocimiento de los Derechos Humanos y casi tres décadas de la vuelta de a Democracia, después de aciagos años de gobierno de facto, muerte y dictadura.

“Es necesario que la independencia (de la Justicia) no sea sólo del poder político, sino también del poder económico de las corporaciones. Quiero una democracia plena y profunda, comprometida y sin privilegios”, reclamó la Presidenta Cristina Fernández durante su discurso, haciendo referencia a las circunstancias institucionales que hoy se están viviendo en el país.

 El entusiasmo, la algarabía, los recitales, las destrezas artísticas tuvieron un marco espectacular, que recordó a similares festejos durante el Bicentenario de la Revolución de Mayo .
 En el cierre de de su discurso, que tomo vuelo y energía la Presienta expresó “Las convicciones nos hicieron fuertes, nos hicieron que estas mujeres tuvieran justicia –manifestó la jefa de Estado, señalando a las mujeres que la miraban de cerca–. ¿Cómo no vamos a esperar nosotros unos días o unos meses si ellas esperaron tantos años para tener justicia y saber la verdad? Ellas son el ejemplo.”
 Y más adelante,  “Lo que es imprescindible para tener no 29 años de democracia sino 200 o 300 es la unidad popular –propuso–. Sepan que no es que vengan por este gobierno ni por esta presidenta: vienen por las conquistas sociales”.
  La fiesta continuó. El pueblo tenía mucho que celebrar, se sentía parte de la historia pero, también tenía conciencia de la magnífica dimensión de la Democracia.

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