Hay instrumentos musicales que siempre parecen ser los más fáciles de ejecutar. No hablemos de Toc-toc, triángulos o tonetes, hablemos de las armónicas, esos instrumentos de origen europeo que alegraron nuestras infancias y nos dieron esa errada imagen de facilidad. Ejecutar con maestría la armónica es una de las artes que menos exponentes tiene, aunque los que existen son maravillosamente admirados.
Víctor
Hugo Díaz (ó Hugo Diaz, como era su nombre artístico), fue un músico
excepcional, intérprete de armónica y
cultor de música de raíz folklórica, del tango, y del jazz. Nació el 16 de
agosto de 1927 en la provincia de Santiago del Estero, y murió el 23 de octubre
de 1977 en Buenos Aires. De formación intuitiva, tocaba también violín, piano y
contrabajo. Se inició en la radio de su provincia natal en 1936, y a los veinte
años integró como bajista una banda de jazz.
En 1946,
por intercesión de Félix Pérez Cardozo debutó en la peña “Achalay Huasi” de
Capital Federal. En 1949 formó su primer conjunto, integrado por su esposa
Victoria Cura como cantante; su cuñado, el percusionista Domingo Cura; y los
guitarristas José Jerez, Julio Carrizo y Nelson Murúa, presentándose en Radio
Belgrano de Buenos Aires. Fue uno de los primeros artistas populares que actuó
en la televisión argentina. En su primer disco, para el sello TK, registró el
célebre tema Pájaro Campana. En 1953, cuando conoció en Bélgica a sus pares
Toots Thielemans y Larry Adler, ya era considerado uno de los mejores intérpretes
de armónica del mundo.
Viajó más
tarde a los Estados Unidos, donde tuvo ocasión de tocar junto a Luis Armstrong
y Oscar Peterson. A partir de su presentación en Leverkusen, Alemania, contó
con el apoyo de la casa Hohner, fabricante de las armónicas que utilizaba. De
sus innumerables giras, deben destacarse sus actuaciones en La Scala de Milán junto a los
cantantes líricos Renata Tebaldi y Mario Del Mónaco; y en Medio Oriente y
Japón. Grabó en España con Waldo de los Ríos. Una de las más recordadas
formaciones de su conjunto reunía a: Domingo Cura en percusión, Mariano Tito en
vibráfono, Kelo Palacios en guitarra, Eduardo Lagos y Osvaldo Berlingieri en
piano, Oscar Alem en bajo, y Eduardo Ávila en quena.(Disco "Mi armónica y
yo" RCA.) Dotado de sensibilidad y talento excepcionales, fue notable su
capacidad de improvisación y de incorporar efectos "percusivos" en la
ejecución de su instrumento, que aumentaron las posibilidades expresivas del
mismo. Entre sus obras se destacan “Zamba del ángel” con letra de Ariel
Petrocelli; “No la hallo”, chacarera, con Oscar Liza y los instrumentales: “El
perro” (gato), “ Zamba mia” y “Zamba de los cuatro vientos”. La Dirección de Cultura y
Educación, al cumplirse en la fecha el 35º Aniversario de su fallecimiento,
rinde homenaje a uno de los músicos é instrumentistas más excepcionales que ha
dado nuestra música popular.
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