miércoles, 1 de agosto de 2012

Nuestros músicos en la Memoria


24º Aniversario del fallecimiento de Noemí Beretta 
               
Noemí Beretta nació en Benito Juárez, el 8 de Diciembre de 1899, siendo integrante de un grupo familiar de (13) hermanos. Sus padres fueron doña Teresa Chiermo y don Angel Beretta, jóvenes inmigrantes italianos que habían llegado a nuestras tierras provenientes del norte de Italia. Aquí se conocieron y contrajeron matrimonio, constituyéndose en uno de los hogares pioneros del Juárez de fin de siglo.

Cursó sus estudios en el Colegio de la Inmaculada Concepción, integrando el grupo de alumnas fundadoras del establecimiento. Allí, con la guía de la hermana Marta María (medalla de oro del

Conservatorio de Santa Cecilia de Francia), realizó sus estudios de solfeo, teoría y piano obteniendo en 1917 su título de Profesora Superior en el reconocido Conservatorio Thibaud-Piazzini, de Capital Federal. En la oportunidad, fue el propio director del conservatorio, Sr. Thibaud, quien le entregó su diploma con felicitaciones de la mesa examinadora. Por influencia de su profesora inicial, la elección recayó en el piano. Dadas sus reconocidas condiciones para la música, aún antes de recibirse ayudaba a su profesora a dar clases en el Colegio.

Esta tarea de ayudante la cumplió durante varios años, hasta que junto a sus amigas y también profesoras Ernestina Becaría y Haydee Cosentino, abrieron las puertas del Conservatorio San Carlos, atendiendo a su propio alumnado. En esa época, además de su tarea docente, era una asidua colaboradora de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, acompañando con el armonio a los músicos y hermanos Andrés y Vicente Roque Schettino. Aunque nunca integró ninguna orquesta, salvo algún grupo ó conjunto ocasional, durante ceremonias religiosas, fue prolífica su actividad docente como profesora de teoría é instrumento.

En el curso de 1924 realiza un viaje a Europa junto a sus padres, permaneciendo allí por un corto período. A su regreso y habiéndose radicado en Carmen de Areco, abre las puertas de un Conservatorio. Pasados algunos años, regresa a Benito Juárez y continúa con su actividad docente, dando clases de piano y organizando la enseñanza musical en general. En el año 1944 y dando un paso cualitativo en el perfeccionamiento y la enseñanza, su instituto es incorporado al Conservatorio Santa Cecilia de Buenos Aires.

Innumerables son los alumnos que recibieron de Noemí Beretta su formación musical, entre los que podemos recordar a “Lucha” Beretta de Cosentino, Dardo Oscar D’Anunzzio, María Herminia Laserre, Fernando García González, Susana Guinea de Inchausty, Elcira Sarramone de Irazábal,


Haydee Beretta, María del Carmen Pifano de Beloso, Petina Goñi de Irouleguy, Raúl, Pedro y Daniel Benítez, Isabel Colantonio de Zocco, María Esther y Pompeya Rótolo, María Luz Ferrero de Salenave, Liliana Oyhanarte de Rotili, Cristina Presa de Sabre, Ricardo Roque Bruno Egaña, Diana Masci de Tortorella y María del Carmen Merlino de Palacios. Quizá, entre los más relevantes por su trayectoria internacional, haya sido el pianista, director y arreglador Horacio Bernardino Icasto. Su amor por la música puede traducirse en los (50) años que dedicó a su enseñanza. Precisamente, las Bodas de Oro como profesora, le fueron festejadas en el Colegio de la Inmaculada Concepción, en el curso del año 1968.

Noemí Beretta no solo se dedicó a la música. Su espíritu generoso se volcó en muchas instituciones de nuestra comunidad: fue presidente en dos oportunidades de la Asociación de ex Alumnas del Colegio Inmaculada. Primero, cuando fuera creada por la hermana Silvia y algunos años mas tarde, cuando Sor San Carlos la reorganizó. En Noviembre de 1963, integró el grupo de vecinos juarenses que constituyeron la primera Comisión Cooperadora del Hogar de Ancianos y del Hospital Municipal, ocupando en el caso del Hospital, el cargo de vicepresidente. Al alejamiento de la Sra. Hebé Röo de Saintout, fue designada presidente, cargo que ocupó hasta el año 1973. En esta Cooperadora y secundada por un excelente grupo de colaboradores, pudieron alcanzar importantes logros espirituales y materiales para la Hospital Municipal.

En los últimos años de su vida, una grave dolencia fue minando y desgastando su salud, pero Noemí aceptó con resignación esa dura prueba porque su fe la mantuvo firme en sus principios cristianos. Su vida sencilla y profunda fue un ejemplo, dejando en la comunidad un recuerdo imborrable. Su fallecimiento se produjo el 1º de Agosto de 1988, a la edad de (87) años. La Dirección de Cultura y Educación, al cumplirse en la fecha el 24º Aniversario de su desaparición, evoca su memoria y rinde homenaje a una de las primeras formadoras de profesores y músicos en nuestra ciudad.

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