“Muchas veces he tenido ante mis ojos, al mismo tiempo,
como para compararlas frente a frente, la miseria de las grandezas y las
grandezas de la miseria. Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle,
por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias.
Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas.
Ahora conozco todas las verdades y todas las mentiras del mundo. Tengo que
decirlas al pueblo de donde vine. Y tengo que decirlas a todos los pueblos
engañados de la humanidad. A los trabajadores, a las mujeres, a los humildes
descamisados de mi Patria y a todos los descamisados de la tierra y a la
infinita raza de los pueblos como un mensaje de mi corazón”.
Ella es de octubre
Como de la aurora
Pequeña y frágil
Como una paloma
Ella es de todos
Los que aún la nombran
Ella es de octubre
Cenicienta y novia
De los obreros
Que aman su memoria
Abanderada del amor
Antorcha
Ella es de octubre
Como no habrá otra
Fuego y
ceniza
Pálida amapola
Ella no ha muerto
Sigue en pie su gloria
Velan su sueño
De menuda alondra
Las viejecitas
Que el dolor encorva
Los niños tristes
Que el amor ignoran
Ella es de octubre
Como no habrá otra
Siempre de octubre
Como de la aurora
Vuelve a las plazas
Cuando se la nombra
Su sombra pasa
Todos ven su sombra
Ella es de octubre
Como no habrá otra
Ella no ha muerto
Sigue en pie su gloria
(Teresa
Parodi)
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