jueves, 21 de junio de 2012

Retomando la inicitiva ante necesidades básicas


 
Por: Juan Carlos Mortati

El anuncio por parte de  la Presidenta CFK del plan de construcción de viviendas PRO-CRE-AR, me trajo a la memoria a Saúl Ubaldini, aquel ícono del sindicalismo peronista. El de la eterna campera, que lo “uniformaba” permanentemente en su incansable tarea, como dirigente del gremio cervecero y como secretario general de la CGT, en tiempos en que “había que tenerlas”, para cumplir esa misión. Saúl Ubaldini, a quien desde la humorada de los imitadores, le adjudicaban la muletilla de “por supuesto, todo lo contrario”. Aquel sindicalista, de hablar tranquilo, con un dejo arrabalero, solía repetir que “la construcción de viviendas tenía un efecto multiplicador, porque movilizaba centenares de gremios”.

La iniciativa de este plan a nivel nacional, que ofrecería respuesta al déficit habitacional, también se espera que actúe como mecanismo anticíclico para generar unos cien mil puestos de trabajo directo (y otros tantos de forma indirecta) en momentos que el enfriamiento de la economía mundial alcanza con sus coletazos a la Argentina.
En la presentación del Programa de Créditos Argentina Bicentenario, un ambicioso proyecto que aspira a solucionar el sueño de la casa propia a cuatrocientos mil argentinos en la primera etapa, Cristina Fernández manifestó “Vamos a seguir, como lo hicimos en el 2008, como lo hicimos en el 2009, como lo hicimos en el 2010, impulsando las políticas de crecimiento, de inclusión. No creemos en el ajuste, pero fundamentalmente porque entendemos que no es racional, no es razonable que la economía pueda crecer si le restringe el acceso a todo a la gente, porque la que consume es la sociedad”. Un fórmula básica de desarrollo que, más allá de aciertos y tropezones, ha sido la aplicación de la más pura economía política que ha sustentado el crecimiento de estos últimos años en nuestro país.


RECUPERAR LA INICIATIVA DESDE LAS POLITICAS PUBLICAS

   Podemos entender la medida asumida por el Gobierno Nacional como un redoblar la apuesta en cuanto a consolidar políticas públicas  efectivas y oportunas, no sólo desde el aporte financiero oficial, sino que también (la Presidenta), pidió a la banca privada que “dispusieran parte de sus formidables rentabilidades y ganancias que han tenido precisamente para aplicarlas a la generación y la construcción de nuevas viviendas”.

 Reforzando esa línea de acción de un Estado inversor,  comprometido con la realidad socio-económica general, la Presidenta manifestó “Además, no lo hacemos tampoco en cualquier momento, lo estamos haciendo en un momento de dificultades económicas sin precedentes que vienen desde afuera. Y lo hacemos porque estamos convencidos de que la política para poder superar las dificultades económicas es generar consumo, desarrollo e inclusión.”
 Veamos, a través de un informe, los detalles y contenidos del Plan lanzado la  pasada semana. “Para comenzar a otorgar créditos hipotecarios y desarrollar lotes urbanos, el programa para la construcción de viviendas Pro.Cre.Ar contará con dos activos: un aporte inicial del Tesoro Nacional de 3000 millones de pesos y 1826 hectáreas de tierras en todo el país. Con esos recursos se podrá financiar íntegramente la edificación de quince mil viviendas. El fideicomiso que administrará el Banco Hipotecario bajo la supervisión del Estado buscará financiamiento adicional para responder a la creciente demanda de préstamos a través de la emisión de títulos públicos, denominados Valores Representativos de Deuda (VRD). Además, podrá recibir desembolsos adicionales del Tesoro y nuevos terrenos, como los que donarían las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.”
 Continua el informe, diciendo “Los activos financieros que emita el fondo fiduciario podrán ser adquiridos por inversores privados y públicos. El principal comprador de los VRD será el Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) de Anses, mal denominado “la plata de los jubilados”, que obtendrá de esas inversiones una rentabilidad superior a la que le brindan, por ejemplo, sus depósitos en plazos fijos.”
  El informe oficial aclara puntualmente sobre este tema que “El FGS es un fondo de reserva destinado a cubrir los eventuales déficit del sistema previsional ante ciclos económicos negativos de la economía. El FGS no se utiliza para pagar jubilaciones, que ya están financiadas. Está compuesto por los excedentes financieros del organismo previsional y los fondos de jubilaciones y pensiones que se encontraban en manos de las AFJP. En 2008, antes de la estatización del régimen de capitalización, sumaban 98 mil millones de pesos. Hoy supera los 210 mil millones de pesos invertidos en títulos públicos (58 por ciento), plazos fijos (10,2), acciones (7,9) y proyectos productivos e infraestructura (13,9). Con instrumentos similares a los VRD del Pro.Cre.Ar, el FGS financió iniciativas de la Central Atucha II, de Aysa, Enarsa, obras públicas, infraestructura hídrica y del sistema vial.” Es decir, que funcionará como un fondo de capitalización diversa y  progresiva, transformándose en un reaseguro patrimonial sustentable  para la funcionalidad solidaria de la Anses, fortaleciendo la perdurabilidad y actualización  del sistema de jubilaciones.
       (Material de consulta: “Informe  Plan Pro-Cre- Ar”)

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