Homero Manzi, apodado “Barbeta”, nació el 1 de noviembre de 1907 y falleció el 3 de mayo de 1951. Se convirtió en uno de los poetas y letritas de mayor importancia en Argentina y hasta el día de hoy es recordado como una de las más importantes figuras del tango y su trascendencia mundial.
Homero
Nicolás Manzione Prestera, como era su nombre completo, vivió su infancia en el
Añatuya, Santiago del Estero, pero a los 7 años de edad se mudo junto con su
madre y hermanos al barrio porteño de Pompeya. En la capital entabló amistad
con Julián Centeya y Cátulo Castillo. Por influencia de este último y su padre
(el conocido escritor José González Castillo), Barbeta comienza a dedicarse a la
literatura. Esta influencia literaria sería la que caracterizaría a los tangos
de Homero Manzi. Su primera obra fue ‘¿Por qué no me besás?’, en 1922 y que
luego fuese grabada cuatro años más tarde por Ignacio Corsini.
Manzi fue
de todos los tangueros quien introdujo la mayor presencia de poesía en las
letras de tango. Esta característica llegó a ser criticada porque muchas veces
utilizaba recursos que hacían la comprensión de sus letras un tanto más
difíciles que el común de las demás y en las cuales se destacaba la utilización
del lunfardo. Homero Manzi fue un
destacado del tango y la música rioplatense gracias a que dotó a la milonga de
jerarquía y dejó huella a través de sus letras en importantes tangos. Son muchos
los tangos, vals y milongas en que Homero Manzi aportó su lírica para que se
convirtieran en auténticas obras de arte. Del tango se destacan obras clásicas
como "Milonga sentimental", "Milonga del 900",
"Milonga triste”, El pescante" y "De barro". Los valses
"Paisaje" y "Viejo ciego" también se encuentran entre sus
obras más destacadas. Los tangos que no pueden, ni deben faltar en toda
antología o recopilación de su obra son: "Fruta amarga",
"Torrente", "Después", "Ninguna", "Monte
criollo", "Abandono", "Malena", "Solamente
ella", "Mañana zarpa un barco", "Tal vez será mi
alcohol", "Recién", En un rincón", "Fueye",
"Manoblanca", "Romántica", "Romance de barrio",
"El último organito" y "Che, bandoneón".
Un dato
que no podemos olvidar ó dejar de lado, es que Homero Manzi ejerció en su corta
vida, además de su actividad en el tango, como periodista, profesor y director
de cine. Por último,
en la vida de Homero Manzi es central su compromiso con los dos grandes
movimientos políticos argentinos: el Yrigoyenismo y Peronismo. Sus convicciones
más personales se basaban en el respeto
a los derechos populares y en la necesidad de desarrollar un pensamiento y una
cultura independiente.
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