Por: Juan Carlos MortatiEn medio de la vorágine y escalada pre-electoral hubo un acto presidido por la Presidenta Cristina Fernández que, quizá no tuvo demasiado trascendencia mediática pero, mostró un logro que encierra un contenido muy importante. Primero, porque se encuadra en esa estrategia de oportunidades que abre y ensancha la base social, que denominamos inclusión. Segundo, porque se hace desde uno de los ejes esenciales de una gestión de Gobierno, la educación.
El hecho sucedió hace pocos días en Tecnópolis, ese espacio que, en su substancia, compendia esa recuperación de científicos e investigadores argentinos que se habían diseminado por el exterior, por no hallar auténticas posibilidades en el país. Más precisamente, el acto se desarrolló en la Nave de la Ciencia de esa mega-muestra instalada en Villa Martelli. En ese acto, más de dos mil estudiantes recibieron su diploma, completando 430.054 egresados del Programa FINES, “Finalización de Estudios Primarios y Secundarios”. “Ya vamos por 430 mil egresados y aspiramos a finalizar el año con medio millón”, celebró la mandataria, quien destacó el rol que “el Estado debe llevar adelante para que aquellos que no tuvieron algunas oportunidades hoy las tengan”.
SIEMPRE HAY OTRA OPORTUNIDAD
“Se convoca a todos aquellos jóvenes y adultos con estudios inconclusos a participar del Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios. Los programas contarán con instancias presenciales, semi-presenciales y a distancia”. Éste era el copete del Aviso que anunciaba el Plan, allá por el 2008. Un lanzamiento que se iba a transformar en un movilización educativa a lo largo y a lo ancho de todo el país que, a casi cinco años de aquel momento, los resultados que ofrece expresan el acierto de aquella decisión.
“El plan Fines es para todos y para todas”, señaló con marcado entusiasmo Cristina Fernández sobre el Programa que desde su comienzo, en aquel 2008, tiene 1.617.222 inscripciones. Fue orientado a quienes nunca iniciaron sus estudios primarios y/o secundarios o que por alguna circunstancias no pudieron concluirlo, además el plan brinda asistencia económica para que obtengan el título de Bachillerato Orientado en Ciencias Sociales o Gestión y Administración. El Ministerio de Educación hace los aportes necesarios para el pago y capacitación de tutores y los gastos de las sedes y materiales de apoyo.
El Plan tuvo varias etapas. La primera estaba destinada a jóvenes y adultos mayores de 18 años que terminaron de cursar, como alumnos regulares, el último año de la educación secundaria (bachiller, técnica, comercial, poli modal, de adultos), y adeudan materias.
En el 2009, además de continuar con el primer objetivo, se implementó la segunda etapa del Plan, ahora destinada a los jóvenes y adultos mayores de 18 años que no iniciaron o no terminaron la Primaria o la Secundaria.
Los estudiantes contaron con acompañamiento de tutores o profesores que actuaron de guías durante el proceso de preparación de las distintas materias. Para lo cual se establecieron sedes en las escuelas localizadas en los mismos lugares de los aspirantes, de ser posible en los mismos establecimientos educativos donde habían concurrido anteriormente.
Para los mayores de 25 años, la evaluación de las materias se realizó a través de diferentes estrategias, como monografías, trabajos prácticos parciales y finales, investigaciones aplicadas al sector de la producción donde se estén desempeñando laboralmente. La idea apuntaba a aprovechar la mayor experiencia de vida de los más adultos.
Si la situación lo favorecía se utilizó también para dictar las clases la sede de organismos públicos, sindicatos, empresas, fundaciones. Asociaciones civiles y asociaciones de fomento.
UNA META PERMANENTE
Contado así, a grandes trazos, el Plan Fines está desplegando una política pública de amplio alcance y en ese sentido el Ministro de Educación Alberto Sileoni, que compartió el acto junto al gobernador Scioli, y el precandidato a diputado nacional Martín Insaurralde, manifestó que es fundamental que “con los derechos educativos pase lo mismo que con los derechos políticos o sociales: no hay un óptimo fijo y la meta se va corriendo”. “El Fines tiene hoy más de 400.000 egresados, hemos logrado mucho, pero vamos por más, porque la mejor forma de defender lo que conquistamos es profundizándolo”.
Esta reflexión de Sileoni está haciendo referencia a una metodología del Plan que enlazó al mismo con un programa de trabajo cooperativo que actuó de complemento del FINES. Así lo refería la Presidenta Cristina Fernández, “es Argentina Trabaja, no Argentina Descansa”, asintió la Presidenta, respaldando el programa de trabajo cooperativo que coordina la cartera que conduce Alicia Kirchner. Relató el caso de una joven santiagueña que se recibió de abogada mientras trabajaba en una de las cooperativas del plan. En esta aseveración, es evidente que Cristina Fernández hacía referencia a una de las definiciones sarcásticas que había lanzazo Hugo Moyano durante la última y escuálida concentración que había convocado en Plazo de Mayo.
Al final de alocución la Presidenta redondeó un paneo de los objetivos más sólidos de la gestión, “Hemos logrado lo que siempre he tenido como objetivo de nuestro gobierno, que todos y todas tengan las mismas oportunidades para que después cada uno elija”, manifestó la mandataria. “Porque en la vida hay que elegir , y nosotros elegimos al pueblo, la gente, la educación, la salud, la vivienda, la inclusión social, la movilidad jubilatoria, los docentes, los científicos, los trabajadores, los empresarios nacionales, los comerciantes y todos aquellos que quieran venir a este país que construimos entre tantos millones de argentinos.”
